jueves, 31 de julio de 2014

GIGANTE

GIGANTE





Lo bueno de contar historias, es que puedes terminarlas cuando te parezca.

"Julia Roberts espera a Richard Gere en la escalera de incendio y él con un ramo de flores en una mano y un paraguas en la otra, viene a rescatarla de la torre donde está presa mientras suena la overtura de La Traviata. Le promete amor eterno, se funden en un tierno y maravilloso beso y... "the end" 

Se acabó. Nos levantamos de la butaca soñando ser Vivian y odiando sus piernas, mientras contamos las horas que tenemos para dormir antes de que ese maldito chisme suene una mañana más.

¿Acaso alguien se cree que Audrey Hepburn encontrará un empleo digno que le permita pasear sus Givenchys por la Quinta Avenida a las 6 de la mañana?...no. No lo hará. No comerán perdices...y mucho menos serán felices...probablemente superaran sus problemas y con un poco de suerte, morirán siendo unos viejecitos encantadores (como decía Leo Di Caprio en Titanic) pero jamás lo sabremos.

La película que os propongo hoy, me encanta, entre otras muchas razones, precisamente porque muestra una auténtica historia de amor. Con sus dificultades y sus logros. Sus alegrías, penas, discusiones y celebraciones.

El personaje que interpreta Elisabeth Taylor es uno de mis favoritos en la historia del cine. Una mujer fuerte, que enamorada de su marido aprenderá a integrarse en el arcaico mundo de Texas, sin perder su identidad.

Rock Hudson interpreta al típico hombre rudo tejano, cabeza de familia y jefe de su rancho Benedict, al que le costará mucho aceptar el nuevo papel que su mujer va a tomar en su casa.

Juntos harán de esta historia, complicada pero bonita a la vez, una historia verdaderamente real.

Elisabeth Taylor  siente la presencia de su marido en la sala. Levanta la mirada y gira la cabeza para comprobarlo. Allí está él...
-"yo...sigo siendo la misma"-
-"Nena...a los tejanos nos gusta echar vinagre en la ensalada. Sabe mejor."-


Ésta es la tercera y última película que rodó James Dean. Un ignorante ayudante del rancho, enamorado de la señora Benedict, que aunque consiga el éxito deseado, jamás será feliz.

Rodada en 1956, y dirigida por George Stevens quién recibió un Óscar por ello, os recomiendo fervientemente que veáis una de las mejores superproducciones, que nos ha regalado la historia del cine en la que sustituimos el:

 ...Y fueron felices para siempre...por: "-¿sabes una cosa, Leslie?...aunque viva más de un siglo , no seré núnca capaz de comprenderte...-"